A fines de 2018 - principios de 2019, los científicos registraron dos grandes destellos de radiación gamma en la atmósfera de la Tierra con energía récord. Hoy, lograron descubrir sus causas y fuentes.
Las explosiones de rayos gamma son fenómenos astronómicos en los que se detecta un exceso significativo en la intensidad de la radiación penetrante. No se encontró el mecanismo de su aparición. Presumiblemente, estas son las consecuencias de la colisión de estrellas de neutrones, explosiones de supernovas. Curiosamente, durante este fenómeno, en cuestión de segundos, se genera más energía de la que el Sol libera en la vida.
Tal fenómeno solo puede detectarse utilizando telescopios espaciales. Esto se debe al hecho de que la atmósfera de la Tierra hace que sea difícil ver un fenómeno astronómico. A veces sucede que tales flashes son grabados por telescopios convencionales. Así fue en el verano de 2018 y en enero de 2019.
Se pueden ver signos de estallidos de rayos gamma debido al llamado efecto Vavilov-Cherenkov. Los poderosos rayos cósmicos (y entre ellos, la radiación gamma) pueden excitar átomos en la capa de aire de la Tierra. Si regresan de un estado excitado a su estado habitual, emiten una cierta cantidad de fotones. Lo que está sucediendo en este momento se percibe como visible desde nuestro planeta.
En julio de 2018, esta explosión fue registrada por un gran telescopio que tenía el sistema de alta energía H.E.S.S. Este telescopio está ubicado en Namibia.En astronomía, este fenómeno ha recibido el código GRB-180720B. Y en enero de este año, el potente telescopio MAGIC ubicado en La Palma registró un estudio similar con el índice GRB 190114C.
Los astrónomos han estudiado los parámetros de la llamarada durante mucho tiempo. Durante el estudio, descubrieron varios hechos sorprendentes. Resulta que la radiación que ocurrió en enero tenía una enorme energía de 200 a 1000 gigaelectrones-voltios. Es cien mil millones de veces más fuerte que la energía que tiene la luz visible.
Los habitantes de la Tierra no necesitan tener miedo de una energía tan fuerte. Resultó que la fuente de la llamarada GRB-190114C se encuentra a una impresionante distancia de 4 mil millones de años luz de la Tierra. Otro enfoque, GRB-180720B, está a 6 mil millones de años luz del planeta azul.
Estas son distancias inimaginables incluso desde el punto de vista de la astronomía. El hecho de que el destello pudiera observarse usando telescopios terrestres desde la Tierra indica su sorprendente poder. Además, los rastros de emisión de rayos gamma se pudieron observar durante mucho tiempo desde nuestro planeta.
Los astrónomos afirman que fue posible lograr una radiación tan poderosa como resultado de la llamada dispersión de Compton. Las partículas que tienen una carga eléctrica, debido a este efecto, se deforman por un potente campo magnético. Debido a esto, sus energías aumentan tanto.
Los resultados de tales estudios serán útiles para estudiar los procesos que ocurren en las partes más remotas del universo. Quizás arrojen luz sobre los misterios de la formación del espacio.